20 de mayo de 2009

Los Kalinskeros - "¡Kalinsky es Colisa!"

En vivo desde el bus camino a Cartagena...
(Kalisky estaba como a 3 asientos adelante)

Atahualpa, el niño indígena nos muestra una de sus gracias...

Mientras le hacíamos un reportaje a niños skaters reveldes apareció este personaje llamado Atahualpa... Se sacó la polera, bailó, hizo su movimiento de guata característico, nos deleitó con los más chantas trucos de skate, rapeó, se acostó en una avenida para suicidarse, y mucho más. Sin embargo, esto es sólo una muestra...

17 de mayo de 2009

Chris Cornell "Be yourself" (Audioslave) - Chile, Santiago '09

Chris Cornell "Show Me How To Live " (Audioslave) - Santiago '09



Chris Cornell estuvo espectacular; deben ver estos videos ¡Están geniales!

Lee M. Ranaldo comparte un poco con fans de Sonic Youth...

Lee Ranaldo, número 34 (según la revista Rolling Stones) en la lista de los 100 mejores guitarristas de todos los tiempos, conocido por ser guitarrista, cantante y cofundador de la banda Sonic Youth, comparte con fans y le toma fotografía a Mario (vocalista de la banda "Mundano"), ya que tiene un tatuaje que dice "grunge", el cual le agrada al rockstar... A continuación pueden ver el video de aquel acontecimiento:


¡Más Juventud Sónica! "Bull in the Heather" - Santiago 2009

Sonic Youth "100%"

The movement most electrifying of the Sonic Youth - Santiago 2009

Sonic Youth "Schizophrenia" - Santiago 2009

Sonic Youth "Incinerate" - Santiago 2009



Esto lo grabé el 29 de marzo de este año ¡Está buenísimo!

2 de mayo de 2009

Anécdota transformada por mí

En el taller de periodismo y humor de Balmaceda 1215, en el cual tengo como maestro al señor Jorge Montealegre, me pidieron apropiarme de una anécdota de una compañera llamada Camila. Pero su historia era un poco fome, ya que en resumen sólo consistía en que se perdía en su universidad cuando debía entregar unos trabajos y que al final un auxiliar termina orientándola... La grandiosa aventura está por comenzar, si quieres leer una historia al estilo Gac léete esta:

Hace dos años, en mí prestigiosa universidad Adolfo Ibáñez, la cual se ubica cerca de la cordillera, estudiaba periodismo. Y me hice cargo de una misión que me hizo pensar dejar de existir o en que a la larga me convertiría en un ermitaño de las blancas montañas que asustaría a la gente.

¿Cómo seguí siendo una persona normal? ¿Qué ocurrió realmente?

Todo esto y más en esta historia raramente provocativa.

Todo comienza en una fría mañana del 2007, en donde me veo obligada a asistir a mi casa de estudio, ya que en la noche anterior una compañera me pide que le prometa hacerle entrega a un profesor muy estricto un trabajo grupal muy importante, a lo que yo respondí: “No prometo intentarlo, pero prometo intentar intentarlo”. No podía negarme, mi amiga estaba enferma, tenía una extraña gripe que contrajo en su granja de porcinos.

Aquella mañana nevaba como nunca, la entrada de mi blanca universidad se confundía entre tanta nieve. Al ingresar me encontré con Javi, una estudiante turnia de un curso menor, se vestía raro y siempre era bien cariñosa conmigo. Yo le agradaba y ella también a mí. Por lo que juntas emprendimos la gran aventura de entregar el trabajo grupal. Era todo un desafío, porque mi universidad era como un laberinto y yo no la conocía bien, pues sólo había estudiado 5 años allí.

Sin embargo, corrimos el riesgo y nos fuimos en busca de la sala del profesor. Todo me parecía raro, ya que estaba muy desorientada, el aula no estaba por ninguna parte y tampoco había gente para preguntarle al respecto. Nos sentíamos totalmente desoladas, con mi acompañante tratábamos de hablar cualquier cosa para no caer en desesperación. Javi tenía desde hace rato una extraña cara, como de risa y angustia. Pregunté: “Javita, ¿Qué te pasa? ¿Estás así porque no encontramos la sala?” y me dijo: “¡Oh! Mira preguntémosle a esa señora del aseo donde debemos ir”. Sentí cierto alivió, pero la mujer que limpiaba un baño era sorda, no pudimos hacer nada.

Yo me sentía un poco incómoda con Javi, porque ella era turnia entonces no sabía como mirarla cuando le hablaba, me confundía, pero trataba de que pasará piola.
Caminamos y caminamos sin parar, hasta que llegamos a la mismísima cordillera, nos sentíamos ridículas. Luego volvimos a entrar y nos metimos a una solitaria sala a refugiarnos del frío. El lugar era cálido, yo me saqué mi abrigo y Javi también. Tenía miedo, se hacía cada vez más tarde y estábamos caminando sin rumbo. Además con Javi ya no teníamos temas de conversación.

Desde que entramos Javi empezó a sonreír, me dijo que me encontraba bonita y se acercaba lentamente a mí. Yo no entendía, estaba tan cansada que no hice nada, andaba algo adormecida. De pronto me empieza a acariciar mi cara y parte de mi cuerpo; ella empieza a bailar lentamente muy cerca de mí y comienza a sacarse su polera… Hasta que de repente un auxiliar entra, abro los ojos, empujo a Javi, veo al auxiliar con una luz celestial de fondo y atino a preguntarle por el lugar que busco por motivos que ya olvidé. El responde diciendo que está a la entrada de la universidad, en seguida y sorprendido me dice que me parezco a Carolina Tohá.

Luego me di cuenta que Javi, quien se fue a México, se hacía la tonta nomás, ya que conocía el lugar de entrega, pues ella misma tenía clases con el profesor estricto.
Yo no vi la sala porque cuando hablaba con Javi en la entrada de la facultad, recién me estaba acostumbrando a sus ojos turnios, los cuales me tenían loca. Además me hicieron perder toda la jornada y casi mi heterosexualidad. A pesar de todo logré superar con creces mi promesa y a la otra tendré más cuidado con la gente turnia.

Plaza de Armas de Santiago, un Lugar Extrañamente Incitante

(Trabajo para el ramo de antropología de mi universidad)

El pasado martes 27 de abril era una bonita tarde en la Plaza de Armas de Santiago. Todo parecía ser normal, pero si nos ponemos a observar, todo puede ser un tanto extraño.

A las catorce horas la temperatura era agradable, no había calor ni frío. Hace cinco días se inauguró en pleno centro de Santiago la Feria del Libro, esto en conmemoración del “Día Mundial del libro”. Aquella muestra atraía a todo tipo de personas, pero en general a la clase media, algunos miraban y otros compraban.

Por esos días no sólo se celebraba el día del libro, sino que también el día de la danza. Habían excusas para acordarse de la cultura, de hecho a las dieciséis horas habría un show de baile en el kilómetro cero de Chile. Mientras que los ya tradicionales pintores estaban presentes como siempre y los humoristas hacían su rutina ante un tumulto de gente.

La Plaza de Armas parecía bonita, tranquila y lo mejor, llena de cultura. Un punto negativo es que los olores pasaban a ser hedores, ya que uno podía desde respirar a gusto las fragancias de los arboles, o de maní confitado, hasta simplemente sentir la orina putrefacta de alguna persona. Sin embargo, esto para muchos es normal, a veces nadie se indigna, yo lo encuentro despreciable.
Todo de afuera se veía muy bonito, pero yo no creo todo lo que veo, así que me dediqué a caminar por la plaza. Así fue como vi a un vagabundo borracho con una caja de vino en mano, al cual se le caía su pantalón que tenía como cinturón una cuerda, él orinaba caminando cerca de la calle Estado, todos podían ver sus partes “íntimas” era indignante. Una falta de respeto enorme para las personas, incluso habían niños cerca de él.

Es cosa de buscar u observar, dentro de la Plaza de Armas, algunas situaciones que me confirman que a Chile le falta mucho para ser un país desarrollado. Lo del vagabundo borracho es sólo un ejemplo.

Luego me acerqué a la majestuosa catedral de Santiago y desde la entrada pude ver como la gente sacaba agua bendita, vi desde niños en coches llevados por sus padres, hasta ancianos tratando de ser bendecidos por lo que llamamos “Dios”. Una situación totalmente normal, pero para mí un hecho que tiene bastante que decir. No creo que por arte de magia las vidas de aquellas personas sean bendecidas, sean más felices o tengan más suerte.

Al lado mío, en la entrada de la catedral, había un vagabundo sentado pidiendo dinero, pero al ver un guardia se va. Al rato llega al lugar del vagabundo una mujer morena en silla de ruedas, la pobre tiene una enfermedad mental y la acompaña un joven delgado con lentes oscuros y ropa un tanto grande. En seguida, un guardia de la municipalidad de Santiago la echa de la entrada del templo y el guardia se retira. La discapacitada se enoja, empieza a maldecir, a gritar desesperadamente, incluso tira con rabia el vaso en donde recibía dinero. Todo desde su silla de ruedas, grita con una voz distorsionada por la rabia, su llanto y su enfermedad. El vaso vuela y rueda justo hasta mis pies, el ambiente está tan tenso que sólo atino a devolverle tímidamente el vaso de una patada, ya que no sabía como reaccionaría una mujer con problemas mentales al acercarme mucho. La enferma mental comienza a llorar desconsoladamente, algunas mujeres que venden flores alrededor de la catedral tratan de apaciguarla y la gente que transita con rapidez la mira como diciendo “pobrecita”.

Luego me fui, el ver esta indignante situación hizo que se me quitaran las ganas de seguir en la Plaza de Armas. Sin duda es un lugar de contrastes.Así fue como toda la cultura, la naturaleza y el encanto que le tengo a mi ciudad (sea como sea), en ocasiones se desvanece por situaciones como la del vagabundo que orinaba caminando o como la de la infortunada mujer enferma. Aquella Plaza puede reflejar mucho de nuestra sociedad, espero que juntos podamos abrir los ojos y que ayudemos a construir un país superior, es urgente. O quizás sólo necesitemos agua bendita, mejor iré a buscar...

*Imagen de la Plaza de Armas de Santiago de Chile en 1850, por Ernesto Charton de Treville.