14 de abril de 2014

Antología de mis coladas al Movistar Arena

Cuando iba en el colegio jamás hubiera imaginado que habrían tantos conciertos bacanes en Santiago de Chile, pero nuestro sistema mega neoliberal lo hizo posible. Todos estos shows me agarraron desde los 18 años, obviamente no podía pagar las respectivas entradas, así que tuve que ingeniármelas para estar presente en cada oportunidad.

Un día me dediqué a revisar alrededor del Arena Santiago con tal de descubrir las formas para entrar sin pagar. En la reja que separa el recinto con el Parque O'Higgins descubrí una parte de no más de un metro donde había una distancia con el suelo que permitiría pasarse, pasaba justo. El universo se alineó para que sucediera eso, ese hoyo me permitió colarme a casi todo lo que quería.


Tampoco era tan fácil, porque a veces mojaban y dejaban lleno de barro; en ese caso me ponía bolsas en las zapatillas. Luego de pasar arrastrándome tenía que preocuparme de que la ropa no tenga huellas del delito. Generalmente llevaba otra prenda por si acaso, obviamente tenía que ser ropa decente y de color negro. Acercarse al edificio tampoco era fácil, de repente habían unos pájaros en el camino, los cuales hacían ruido, eran una especie de alarma. Si pasaba todo eso todavía faltaba entrar al Arena en sí. Lo bueno de ese lugar es que tiene hartas puertas, así que tenía que encontrar una que no tenga seguro y pasar. Usualmente ocupaba las puertas que están detrás del escenario. Después de eso entraba a los pasillos, ahí variaba el tema, a veces pasaba directo al baño y luego salía haciéndome el loco. A veces sacaba mi celular y me ponía a hablar con nadie. Esto para ser más consistente mi presencia en el pasillo, tenía sentido que un tipo saliera del concierto a hablar donde se pueda entender lo que te dicen.


Siempre quedaba en platea baja, pero la mejor ubicación de platea baja, eso por lo menos. Fui a ver a la WWE dos veces, recuerdo haber estado en primera fila, vi luchar al Undertaker contra Edge. Una vez vi a Jeff Hardy en el backstage junto a otros luchadores, pero el penca de MVP nos acusó. Fui a Chris Cornell con una amiga. Fui a uno de los últimos conciertos de Oasis con una polola; lo digo para hacer notar que también le di felicidad a otros. Así como cuando me colé con dos amigos a Charly García -más encima uno de ellos medía como dos metros y era mapuche- ese concierto tuvo un sonido impresionante. Una vez un amigo me llamó horas antes de que tocara Regina Spektor pidiéndome que nos colemos, me motivé un poco y lo gracioso fue que quedamos en primerísima fila.








En una ocasión no me resultó mi técnica, pero no me rendí, me quedé en la entrada y vi que llegaba el Negro Piñera, era un conchasumadre realmente, no me pescó, pero lo utilicé y pasé atrás de él como su acompañante; los guardias se disminuían al verme pasar. Gracias a eso pude ver a Lionel Richie y vacilar "Brick House". En otra circunstancia fui con un amigo a ver a los maestros de los Backstreet Boys, pero esa vez pasamos por la entrada de un estacionamiento. El guardia a cargo era como un guardia de Animaniacs, dormía echado en la silla de su caseta.





Además vi gratis a Carlos Santana, Sonic Youth, The Killers, Jamiroquai, Kool and The Gang, Marcelo Ríos v/s Andy Roddick... No recuerdo más ahora, pero esos básicamente.








En un momento me aburrí de tener que colarme, cada vez ponían mayor seguridad, cada concierto era un nuevo desafío. Todo esto coincidió con que taparon el hoyo mágico. Maduré. Empecé a comprarme las entradas más convenientes, pero igual con la idea de subir de ubicación adentro, total ya me sabía los trucos. Recuerdo que lo hice con Calle 13, ahí terminé al lado del escenario. 



La primera vez que vino Bob Dylan compré la entrada de cancha general, no vi nada, aparte el concierto fue medio malo. La segunda vez que vino estaba en platea baja, lo importante es que fue un concierto hermoso, grabé unos videos buenísimos, ocupé una baranda como trípode, no los he subido porque me los robarían altiro. En Chuck Berry y Stevie Wonder también me acerqué. 




Me arrepiento un poco de no haber ido a KeaneRingo Starr, Cat Stevens, y Bruce Sprinsteen. Igual he ido a otros conciertos, pero que no vienen al caso, porque no se trata del Movistar, como cuando tenía galucha pero me fui directo al área "vip" en Faith No More (Monotonix, Primus).


Es curioso pensar que cuando iba entrando al Nacional para Paul McCartney en 2011 me regalaron la entrada más cara (Farkas estaba atrás mio), pero eso ya lo conté acá




Ahora me compré una entrada a Paul McCartney en el Movistar, pero la venderé, los precios son inmorales. Creo que iré a probar suerte de todas maneras. 

En conclusión, hay que tener plata para ser feliz con conciertos importantes, a menos que encuentres una pasada mágica en cada recinto adonde los hagan. Si no a resignarse a ver a Leandro Martínez en la plaza de tu comuna. 

En la próxima publicación contaré cómo ir a Lollapalooza (ambos días) sin pagar ni arrastrarse.

_

Actualización: Me fue bien en Paul McCartney 2014! me colé con un amigo, pero con otra técnica:

2 comentarios: