Rafael Gumucio es reconocido por muchos por “Plan Z”, programa que se ha inundado de alabanzas con Youtube, pero Gumucio es un profe de lenguaje, apasionado a la literatura, y está inserto en la educación privada donde dirige un instituto de humor. Habló de todo eso y más en su particular estilo.
Cuéntanos de tu vida como universitario... ¿Cómo fue?
Fue bastante lamentable, larga, estudié primero pedagogía en castellano en Blas Cañas, la actual Silva Henríquez. Era una carrera donde no tenía ninguna vocación, me sentía extraño con mis compañeros, era universidad pobre, pero no honrada. Fue una tortura de cinco años. Después hice un magister que me demoré doce años en terminar y luego me demoré diez años en terminar la tesis.
¿Por qué fue tan traumática esa experiencia? ¿Por qué estudiaste algo que dices no tener vocación?
Porque yo quería ser escritor, no existía la carrera de escritor, pensé que la pedagogía se parecía. En una época los escritores estudiaban pedagogía en castellano, pero no practicaban, estudiaban por estudiar, yo quería hacer eso. Me encontré con una una fuerte educación pedagógica donde la literatura importaba muy poco. Se dio también en un contexto social, era una universidad para jóvenes de escasos recursos... y yo no encajaba en sus categorías.
¿Ahora qué te parece la oferta con esas publicidades, para muchos brutal, de las actuales universidades o institutos?
Ha cambiado, antes del 2011, antes de las marchas, era totalmente indecente. Ahora es un poquito más disimulado, sigue siendo indecente, pero en esencia un poco más cuidadosa.
Viviste años en España.... ¿Cómo viste la situación allá en comparación a Chile?
El sistema universitario en España o Francia es absolutamente distinto. Son universidades gratuitas, generalmente estatales, no cuesta nada entrar, pero también cuesta muy poco salir, porque son mucho más exigentes. La gente no entra para conseguir un cartón para una profesión, estudia filosofía, filología, cine.... Son universidades vetustas, antiguas, que no sé, tienen cientos o miles de años, son grandes edificios donde los alumnos se pierden. Otro mundo.
Más allá de la gratuidad en Chile ¿crees que se pueda desarrollar un entendimiento de la educación distinto que vaya más allá de ir por el cartón como dices?
No sé, es un debate importante, creo que los estudiantes tienen una nostalgia por un tipo de universidad estatal grande, antigua, que nunca conocieron, que nunca experimentaron, y cuando la conozcan van a sufrir una gran decepción. Es que estas universidades privadas o semi-públicas son como colegios para gente más grande, eso es malo, malo para Chile, pero no sé si para los alumnos. No sé cómo sobrevivirían a una universidad como la Universidad de buenos Aires (UBA), una mole gigante en que entran todos los años miles de alumnos, los cursos son como un estadio, y la mitad de los alumnos quedan expulsados al segundo o tercer año. Esa es la razón de por qué los taxistas hablan tan bien y tanto, porque todos han pasado por la universidad pero terminan siendo taxistas igual.
Yo defiendo ideológicamente que haya un sistema público, pero no creo que funcione mejor. El nivel de chantería que el sistema público permite es bien inigualable.
A propósito de eso, tú con “Plan Z” hicieron el mítico video del Instituto Aplaplac, donde vendían prometedoras carreras que al final no sirven de mucho, como Periodismo Periodístico. ¿En qué crees que ese video se asemeja a las publicidades actuales?
Sí, en el programa que hacíamos antes de Plan Z, “Gato por Liebre”, nos auspiciaba el instituto Simón Bolivar, y se parecía mucho. Además mucha gente de las que trabajan en el área audiovisual estudia en los únicos lugares que hay para ese mundo, como Incacea, Arcis, Arcos... Entonces nosostros nos reíamos de eso, pero igual se reían de la Chile, con"Chancho Zero" de Peirano uno se da cuenta de que la Chile no es mucho mejor que Aplaplac, puede que sea peor.
Se asemejan mucho, últimamente en las publicidades que he visto de universidades ponen a gente con anteojos, preocupados, parecidos a Camila Vallejo, ese tipo, esa es la onda de ahora. Siempre gente blanca, no van a poner negros.
Estudiaste pedagogía en lenguaje y ahora trabajas en la UDP, donde estudiar periodismo vale 4 millones anuales... ¿Cómo te has sentido inserto en ese mundo donde la educación parece más cercana a un bien de consumo que un derecho?
Bien porque parte de esos cuatro millones van para mi bolsillo (risas). Si me planteara grandes dudas éticas no haría varias cosas. No me planteo grandes dudas teóricas, esta es una universidad que fomenta el pluralismo, hay muchas becas, no sé que porcentaje de mis alumnos pagan todo, pero trato de ser digno, de dar un servicio más o menos coherente.
¿Sientes algo al seguir con esta educación que asentó sus bases en una dictadura donde tu familia fue acosada?
Yo sobrevivo, trato de cambiarlo, mi aporte es por lo menos ser la voz de cambio con las cosas que hago, pero no puedo hacer más que eso, no voy a tomar un fusil.
¿Cómo crees que acabe todo esto al termino del gobierno de Bachelet?
Yo creo que habrán cambios concretos y algunos inesperados, porque las cosas están tejidas de tal modo que si tú cambias una cosa, próximamente también se cambiará la otra, esta hecho así. Al margen de lo que la Bachelet quiera, hay muchas cosas que cambiarán sí o sí.
¿Crees que la famosa reforma tributaria es la solución?
Sí, ahora echo de menos que haya algo para los más pobres, hay que decir que el iva no se ve y los bonos sí se ven, y se ven qué personas lo están dando. Entonces me parece siempre moralmente más defendible quitarle el iva a productos de la canasta familiar, abaratarlos, hacer algo así. Hay una inmoralidad de fondo ahí, yo estoy regalando algo que lo pagan las mismas personas, más encima tienen que estar agradecidas y votar por la presidenta.
Siempre creo que la caridad mientras más invisible sea y menos gratitud obligue es más efectiva. Podrían bajarle el impuesto al transporte publico, es absurdo el bono marzo, deberían dar los útiles escolares gratis o pagar las matriculas por ejemplo; más efectivo sería eso que darle una plata para que la gente la gaste en en ser más feliz, no sé.
¿Has pensado en la educación superior de tus hijas? ¿Cómo te gustaría que fueran educadas? ¿Dónde por ejemplo?
Bueno evidentemente yo tengo una oportunidad, mi mujer es extranjera, y educarlas fuera de Chile es algo que yo buscaría, pero no pienso, la mayor tiene seis años, no tengo tiempo para pensar en eso. Soy muy poco partidiario de la educación en general, es entrenamiento, instrucción, como educar a los perros para que ladren menos. Te educan en kinder pa dar exámenes en el colegio, en el colegio para la PSU, después para... es absurdo. No creo que educan para la libertad, para enseñar, creo que un alumno se tiene que rebelar un poco -dentro de la medida de lo posible- frente a eso.
http://www.universitarios.cl/blog/vida-universitaria/rafael-gumucio-la-chile-no-es-mucho-mejor-que-aplaplac-5-l18367/
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